Tras una semana sin escribir por compromisos académicos, vuelvo con otro microrrelato.
Lo siento, hicimos lo que pudimos. Está muerto. Dicen que muerto el perro se acabó la rabia, pero no podía estar tranquilo. Y menos tratándose de alguien de su renombre. El plan era secuestrarlo y apretarle las tuercas para que dejase de investigar las muertes de varios directivos de empresas rivales, pero todo salió mal. ¿Qué podía hacer ahora? Resultaría demasiado difícil encubrir un crimen así. Era cuestión de días, quizá de horas, que la prensa comenzase a especular sobre su relación con la muerte del fiscal. No harían falta pruebas, las acusaciones bastarían para hundirle. Pronto sería un pájaro enjaulado. Abrió la ventana y decidió volar.
A ver si hay potra, ligallo.
ResponderEliminarmañana es el gran día!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarpues al final ha sido un día ratonero.
ResponderEliminarpues al final ha sido un día ratonero.
ResponderEliminarHola, veo que hay mucha gente escribiendo el microrelato y publicándolo en su blog.
ResponderEliminarPuedes echar un vistazo al mío. Quien sabe si algún día nos vemos en la Ser, ja ja ja
http://www.lacoctelera.com/sinperdon/post/2007/09/26/relatos-cadena-concurso-microrrelatos